La tarea de interpretación del derecho no es libre.
Está sujeta a métodos y a recursos que buscan custodiar la coherencia del ordenamiento jurídico .
Los principios cumplen esa función.
De allí que cada vez que pensemos qué significa una disposición normativa, en ese proceso intelectual debemos precisar y trasnparantar cuál es el recurso - que puede ser un principio - que utilizamos para justificar el resultado interpretativo.