No es infrecuente que se sostenga que Maquiavelo fue un teórico del absolutismo, pero ello no es posible. Se solía denominar absolutismo o absolutista al tipo de gobierno monárquico que se conformó en varias regiones de Europa desde finales del siglo XVI y hasta el siglo XVIII. Ese tipo de gobierno monárquico (contemporáneo de la estructuración de entidades que conocemos como Estados) muy centralizado, con desarrolladas estructuras administrativas y crecientes capacidades militares nunca existió en Italia.
Cuando Maquiavelo redactó su manuscrito (1513) nada de eso existía aún, aunque quizá su perspicacia le permitiera advertir, con preocupación, el creciente poder de algunas monarquías que comenzaban a centralizar el control de extensos territorios y acrecentar su poder de recaudación, de administración y militar.
Inclusive no estaba formada la idea misma de Estado (Maquiavelo usa el término, en italiano, con múltiples sentidos), cuya consolidación teórica ocurrirá con Hobbes y cuya paulatina construcción (o tan siquiera su formulación como programa político) llevará siglos.
Las entidades políticas de la península eran de dimensiones dispares pero nunca grandes, algunas con gobiernos colectivos aristocráticos (que se entendían como repúblicas), otras con gobiernos principescos, todas militarmente débiles ante los vecinos más grandes.
Los historiadores discuten todavía sobre la utilidad del concepto de "absolutismo", formado tras la revolución francesa y que tuvo su apogeo en la historiografía del siglo XIX y parte del XX.