Sobre lecturas de esta Unidad (Maquiavelo y Moro)

Sobre lecturas de esta Unidad (Maquiavelo y Moro)

de Rodriguez Arturo -
Número de respuestas: 2

Basándose ahora el curso en una continuada actividad de lectura y estudio, que realizan casi exclusivamente en soledad y a distancia, el intercambio que puede ocurrir en los foros aspira a ser una contribución de cada uno para el estudio de todos.

Nos preocupa que esta modalidad a distancia, con tan pocos encuentros previstos (lo que se está intentando ampliar) y mera interacción mediante computadoras, induzca a muchos a despreocuparse de hacer lecturas diarias. En fin, que no se atienda activamente a los contenidos ya disponibles, no se usen los recursos que se incluyeron aquí en la EVA del curso.  

No será posible aprobar el curso sin demostrar que se han leídos los textos principales, que se ha reflexionando sobre ellos, que se es capaz de distinguir las principales nociones de los diversos autores, las eventuales coincidencias y discrepancias, la novedad eventual de algunos enfoques, el sentido que le dan a a los términos más reiterados, llamativos o importantes que emplean.


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Como por ahora solo apareció una intervención, utilizaré este foro para realizar algunos comentarios que espero puedan ayudarlos en sus lecturas (al menos en algunos casos o a algunos de ustedes):


Creo que todos deberíamos empezar por prestar atención a la “forma” de El príncipe, a su “estilo”, a su carácter por un lado “dramático”, por otra parte “aleccionante”, “descriptivo” pero a la vez “apasionado” (propone grandes fines a la acción de un individuo osado y capaz que, si no se cumplen, será seguida por un destino colectivo trágico o mediocre), a su condición de escrito de un analista (aunque no sistemático, como procuran serlo los teólogos/filósofos escolásticos medievales o los académicos de hoy) pero también a su inocultable voluntad de impulsar a la “acción”, práctica.

 En un todo de acuerdo con lo que era un ideal compartido en ciertos círculos cultos de las ciudades italianas de su época, el objetivo que propone Maquiavelo al dirigente político es también uno describible según el propósito de “resucitar las cosas muertas, como se ha visto en el caso de la poesía, la pintura y la escultura”, puesto que se trata, en El Príncipe, de restaurar o reorganizar la política de la península italiana invocando la potencia pasada de Roma (convirtiendo al pasado en proyecto de futuro, como señaló un comentarista).

 Esta atención al pasado y la convicción en la utilidad de ese pasado para construir en el presente futuros (que ha sido propia, más allá del ámbito político, de los humanistas y sus herederos, de aquellos que practican las Humanidades), tendrá sucesores notables hasta tiempos muy recientes (así, por ejemplo, el recurso a los nombres clásicos de los redactores de los Federalist Papers y toda la parafernalia romana del republicanismo moderno).

 Nuestro autor se propone (y a juicio de muchos comentaristas los logra) un análisis sin ilusiones de la realidad social y, en particular, de la lucha por el poder y sus exigencias.

 No es descabellado sostener que, con su obra, aspira al menos a un propósito (si efectivamente la leen gobernantes y/o gobernados): reemplazar la credulidad por la astucia. Y no sería descabellado, por tanto, contarlo entre los predecesores de esa “filosofía de la sospecha” que, en los siglos XIX y XX, encontrará otros influyentes cultores.

 Esa comprensión realista de las exigencias de la política puede considerarse como una contribución suya a la busca de hacer realidad, en el ámbito de la vida pública, que no hace solo a la suerte de un individuo sino que condiciona o influye la vida de muchos, aquella esperanza de Séneca de que “en la república del linaje humano hay alguno invencible y en quien no tiene imperio la fortuna” (Zambrano 1944: 109).

 Pero muy bien cabría considerar que esa preocupación por el mantenimiento del “estado” o situación por parte de quien gobierna también tiene presente lo que pueda acontecer con la comunidad política si es conquistada por un invasor. Esto es, que no sea mera atención a las conveniencias de la persona que gobierna sino a lo que pueda pasar con los gobernados y con la continuidad de su comunidad política.


En respuesta a Rodriguez Arturo

Re: Sobre lecturas de esta Unidad (Maquiavelo y Moro)

de BEDOLLA MARIANA -
Buenas noches profesor , espero que se encuentre bien .
En repuesta a su exposición, me encuentro leyendo la obra de Maquiavelo y la Utopía de Tomas Moro casi que de forma simultanea por el corto tiempo que hay ,. Estoy analizando, reflexionando y tomando nota de las ideas principales de cada uno de ellos ,para posteriormente ampliar mi reflexión y compartirla con el equipo docente como así también los compañeros.